Poca gente sabe que Ibiza además de ser una isla que destaca por su fiesta, por el lujo y por sus playas, es un lugar estupendo para ir a descansar y escapar del bullicio de la ciudad incluso en pleno invierno.
Ibiza, famosa por sus cálidas playas de aguas cristalinas, forma parte de las Islas Baleares. Es una isla que enamora. Porque lo tiene todo: desde pueblos preciosos hasta un mar incomparable, además de mucha naturaleza, un paraíso. Aunque normalmente la gente va en verano. Lo mejor es que tiene una gran oferta de actividades turísticas para hacer todo el año. Gracias a esto, es el lugar perfecto para ir si quieres entretenerte y relajarte durante el invierno. Si estás planeando una próxima visita, no puedes perderte ninguno de estos planes, ya sea solo o acompañado.
Ciudad Vieja
Para los amantes de los paseos, lo primero es recorrer la capital para admirar la Ciudad Vieja con su recinto amurallado. La arquitectura de esta zona se debe a los romanos. Ellos fueron quienes hicieron posible que Ibiza fuera nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que es la muralla mejor conservada del Mediterráneo. Durante este paseo se pueden encontrar exposiciones, conciertos y cualquier otra actividad cultural que cambia a lo largo del año. Siguiendo estas calles se llega al puente levadizo que lleva a las tiendas y restaurantes situados en el puerto.
Los amantes de los paseos también pueden disfrutar caminando por la arena de las playas durante la puesta de sol para terminar el día con una bonita vista de ésta sobre el agua cristalina. Después pueden cenar en un chiringuito, ya que unos pocos permanecen abiertos durante la temporada de invierno, o disfrutar de un picnic en una cala.
Una gran opción para hacer en familia es ver la floración de los almendros, que se produce entre mediados de enero y mediados de febrero. El mejor lugar para ver cómo Ibiza adquiere un bonito color blanco son los campos de Santa Agnès.
Los más deportistas pueden recorrer gran parte en bicicleta, ya que hay más de 20 rutas repartidas por la isla. Dependiendo de tu nivel puedes elegir entre una ruta por carretera o en bicicleta de montaña. Una de las más impresionantes es subir al punto más alto de la isla, Sa Talaia.
Aunque sea invierno, si en lugar de caminar o ir sobre ruedas por Ibiza prefiere ir por el mar, coger un kayak es la mejor opción. Se pueden alquilar en distintos puntos de la isla para hacer tus propias rutas, aunque también hay rutas guiadas.
En cualquier época del año se pueden practicar diferentes deportes acuáticos, como surf, windsurf, esquí acuático y vela, entre otros. No tener ni idea de cómo realizar alguno de ellos no es un problema, ya que existen multitud de cursos en los que aprender a hacerlo. Si por el contrario ya eres un experto en ellas, al igual que ocurre con los kayaks, puedes alquilar todo lo necesario para practicar dichas actividades.
Para los más valientes siempre existe la opción de en vez de ver la isla desde arriba sumergirse en el mar y descubrir todos los rincones desconocidos de Ibiza. Los buceadores pueden encontrar muchas cosas diferentes, desde una gran variedad de especies marinas hasta anclas en el islote de Tagomago.
Ibiza no sólo vacaciones de verano
Hablando de turistas que prefieren pasar un rato de compras, no puede irse de Ibiza sin hacer un recorrido por sus mercadillos. En ellos se puede encontrar una gran variedad de artesanía e incluso ropa de moda. Los típicos vestidos blancos característicos de la moda ibicenca. Un gran ejemplo de estos mercadillos es el Hippy de Las Dalias. Se puede visitar todos los sábados en la zona de Sant Carles.
Para los que deciden viajar a Ibiza para relajarse, aquí tienen la posibilidad de acudir a un spa, talleres o clases de meditación, yoga o pilates, entre otros. Para ambos planes hay una enorme variedad de opciones. Esta isla cuenta con todo tipo de balnearios que puedas imaginar. En cuanto a las clases de yoga, hay diferentes retiros en la playa o en la montaña.
Sin duda, Ibiza no es sólo un lugar para ir de vacaciones en verano. Es más, si quiere descansar y no estar rodeado todo el tiempo de montones de turistas, la mejor época para visitar la isla es durante el invierno.
