Ibiza es uno de los destinos turísticos más cotizados del mediterráneo y podríamos decir que también del mundo. La isla pitiusa está llena de rincones mágicos y aquí te vamos a enseñar cuáles son los más fotografiables para lucir en tus redes sociales.
Ibiza Stonehenge
El multimillonario Guy Laliberté es el mecenas de esta obra del famoso artista australiano Andrew Rogers, que es conocida popularmente como el ‘Stonehenge’ ibicenco.
La obra se llama ‘Time and Space’ y forma parte de la colección ‘Rhytms of Life’, que consta de alrededor de cincuenta megamonumentos que Rodgers ha distribuido por todo el mundo. El de Ibiza está compuesto de 12 dólmenes de basalto, que el escultor talló in situ. Rodean a otro más alto, de 24 metros, situado en el centro y coronado por una placa de pan de oro. Los laterales están repletos de grabados y su significado forma parte de los muchos interrogantes que rodean esta estructura colosal, erigida sin licencia ni permiso. Supuestamente, la columna central está alineada con la puesta de sol del solsticio de invierno y las dimensiones de las columnas siguen la secuencia de Fibonacci. Representan la alineación de los planetas alrededor del sol.
Es Vedrá
Esta enorme pirámide de roca se encuentra situada en el suroeste de la isla frente a Cala d’Hort, en el municipio de Sant Josep de Sa Talaia. Su singular forma y colosal tamaño de 382 metros sobre el mar hacen que Es Vedrà sea fácilmente visible y reconocible desde muchos puntos de Ibiza, Formentera e incluso desde la Península Ibérica.
Hay quien cree que Es Vedrà adquirió propiedades de acumulación de energía cuando se separó de Ibiza y que forma con el peñón de Ifach, en Alicante, y la costa suroeste de Mallorca, una suerte de «Triángulo de las Bermudas». Le llaman el Triángulo del Silencio y lo asocian con el famoso «caso Manises».
Atlantis
Esta antigua cantera de piedra arenisca, situada en la costa de la Reserva Natural de Cala d’Hort, a los pies de la torre des Savinar, constituye una atractiva excursión para los aficionados al senderismo. De ella se extraía piedra, que era transportada por mar a la capital y a Sant Antoni. Parte de las murallas renacentistas de Eivissa, de hecho, fueron erigidas con arenisca de Cala d’Hort. El aspecto de las rocas talladas, que albergan escalones y superficies planas junto a la orilla, al tiempo que el agua se cuela entre los pliegues formando piscinas naturales, compone un paisaje sobrecogedor. Para llegar hasta ella hay que descender durante media hora por un barranco de arena, con magníficas vistas de este precioso tramo de costa virgen.
Abajo existe también una pequeña cueva donde antiguamente se refugiaban los canteros cuando llovía y que sirvió también de vivienda a algunos hippies, que empezaron a llamar a este lugar Atlantis, por la mágica influencia del islote de Es Vedrà y el extraño paisaje que compone la cantera.
Dalt Vila
Dalt Vila es el nombre con el que se conoce a la parte alta del núcleo histórico de la ciudad de Ibiza, capital de la isla de Ibiza. Desde el año 1999 está inscrita como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Desde la plaza de la Universidad se disfruta de unas vistas impresionantes, al igual que entre las aperturas en los baluartes y sus explanadas. La Plaça de Vila es el primer espacio abierto que hay al atravesar el Portal de Ses Taules, entrada principal de las murallas, y el Rastrillo. Este rincón tiene un encanto especial por sus coquetos restaurantes, las galerías de arte y las tiendas de artesanía, rodeadas por un marco de piedra que respira historia por cada grieta. Siguiendo el ascenso hacia la izquierda, se encontrarán con el Carrer de Sa Carrosa, el más amplio de la ciudadela.